martes, 3 de enero de 2012

CARTA A TU CADAVER

Estimado Cadáver: 

Hoy fue mi visita a la morgue y hoy me preparo para despedirte… Tu muerte súbita ha tocado mi corazón, te esfumaste como la ultima bocanada de nicotina del cigarrillo de una prostituta. 

Cuando me acerque al congelador que te contenía, sentí enormes ganas de estrangularte, pero mi autocontrol no me lo permitió, además ya eras un cadáver que ocupaba un espacio más. Te veía con tus ojos cerraditos tan apacibles, tan dormilón y perezoso como siempre… dentro de ese cuerpo se escondía un alma tan pávida, cerrada entre tus poros siempre resecos. Si, es cierto tu piel estaba morada y en mal estado, pero no importa cuantos ungüentos para la resequedad utilizaras, seguían igual de deshidratados como tu encéfalo.